El famoso lince se averroncha entre los matorrales de la selva africana. Cuando los safareños se acercaron a verle se escondió detrás de una duna. Los roedores al acecho silbaban prestos a agazaparse sobre los visitantes averrochándose entre ellos. Al final todos se averrocharon y durmieron felices en la sabana africana esperando un nuevo amanecer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que miedooooo
ResponderEliminarme parece que averroncha mucho
ResponderEliminarpos a mi no me das
ResponderEliminarmiedo
lo habeis hecho divino,sois unos artistas os felicito
ResponderEliminarsegir asi k llegareis lejos
ResponderEliminar